SEMILLAS MILENARIAS

Las semillas milenarias como la quinoa, el amaranto, el teff o el sarraceno están resurgiendo con fuerza como pilares de la alimentación del futuro y no es solo por su historia ancestral, sino por su potencial para enfrentar los desafíos actuales y venideros, estas semillas han sobrevivido siglos en condiciones extremas, son naturalmente resistentes a sequías, suelos pobres y plagas, lo que las convierte en aliadas clave frente al cambio climático, son ricas en proteínas, fibra, minerales y antioxidantes, algunas, como el amaranto, contienen todos los aminoácidos esenciales, lo que las hace comparables a las proteínas animales, preservar estas semillas ayuda a mantener la biodiversidad  y empoderar a comunidades que han sido sus guardianas durante generaciones, conservando y compartiendo estas semillas.